El fertilizante se considera un objeto secundario que dejan los animales. Cada animal deja ciertos objetos específicos al alimentarlo (por ejemplo, huevos blancos en el caso de las gallinas adultas). Estos objetos específicos se consideran los objetos principales de los animales y tienen una probabilidad del 100 %, a diferencia del fertilizante, que se puede recoger de todos los animales. 

 
Al buscar fertilizante, este surge de forma aleatoria al alimentar animales. La única garantía es el número de fertilizantes que un determinado animal producirá al alimentarlo (por ejemplo, la gallina negra Leghorn da 1 de fertilizante, mientras que la cabra Boer da 2). En la tienda hay ciertos animales que son una excepción. Es decir, no producirán fertilizante de forma predeterminada (por ejemplo, el cerdo autóctono rosa o la cabra de La Mancha). Para comprobarlo, consulta cada animal en la tienda para saber cuáles producen fertilizante y cuáles no. 
 
Por último, los animales premiados nunca producen fertilizante, tal y como se indica en la tienda.